La serie Proyección nace como la exploración abstracta de las diferentes posibilidades del retrato. Con ella es cuando se produce el salto en mi obra en el que dejo de pintar ojos, expandiendo la expresión más allá de la mirada, y buscando en el gesto las diferentes caras de un mismo ser humano esencial.

Esta obra número V es la tentativa más abstracta de la serie. No solo se pierden los ojos, sino que tampoco aparece ningún otro rasgo de la cara. Aún así, sabemos que ese personaje se ha girado para mirarnos. Es la proyección que tendría que ver más con nuestra parte oculta.

Óleo sobre tablilla entelada.
50x50 cm.
2015
 
Esta obra se entrega con un certificado de autenticidad firmado por la artista.

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